miércoles, 27 de mayo de 2015

Foto de Miramar se viraliza en las redes sociales



La imagen fue subida a las redes sociales por el sitio de internet MiramarInmobiliario.com.ar y hasta el momento ha tenido una enorme repercusión. En Facebook fue vista por 35000 personas, 644 hicieron click en la palabra “Me gusta”, fue compartida 300 veces y tuvo 120 comentarios.



La foto fue tomada a principios de los años 90´ y retrata la cantidad de bicicletas dejadas por los asistentes a los boliches bailables de la costa de Miramar sobre el paseo costanero, sin candado, sin cadena ni nada que las asegure de un futuro robo.



En esta época, era común ver este paisaje sobre el pasto de la costa miramarense. Los chicos dejaban sus bicicletas frente a los boliches e iban a bailar. Luego de bailar, se subían a las mismas y volvían a sus casas con total tranquilidad.



Precisamente, la sensación de tranquilidad y la añoranza de un tiempo perdido, son los principales motivos por los cuales esta foto se ha viralizado.



Todos los comentarios recuerdan esos lindos tiempos en que Miramar era una ciudad tranquila, segura y por sobre todas las cosas era la “ciudad de la bicicletas”.

lunes, 11 de mayo de 2015

La inflación va licuando la ganancia del alquiler de verano



Hace algunos días, más precisamente en la nota titulada “La temporada pasada fue exitosa” que se publicara en este mismo Blog en base a los datos suministrados por el sitio de internet MiramarInmobiliario.com.ar, hacíamos referencia a lo buena que había sido en materia de turistas y alquileres concretados.



Además de decir que ingresaron a la ciudad cerca de 20 millones de pesos solamente en concepto de alquileres desde MiramarInmobiliario.com.ar y que en promedio cada propietario embolsó cerca de $25.000, tenemos que mencionar que todos estos números y buenas noticias se ven empañadas por la inflación a la que nos tiene acostumbrado este país desde hace algunos años.



Lo que produce la inflación es que el dinero obtenido por la ganancia de la temporada estival se vaya diluyendo cada vez más rápido durante los meses de menor demanda laboral o de temporada baja.



La alta inflación deteriora no sólo la capacidad de compra sino empobrece a la economía en su conjunto.



Los propietarios que disponen de un inmueble destinado al alquiler, pueden defenderse de la inflación una sola vez al año y eso sucede en los meses de mayor demanda. Durante los siguientes diez meses ese dinero se va agotando cada vez más rápido debido al aumento de los precios de los otros bienes y servicios.



Como ejemplo hoy, la ganancia en concepto por el alquiler de un departamento de 2 ambientes por toda la temporada, en algunos casos no llega a cubrir los gastos de expensas del año.



No vamos a negar que es bastante el dinero que deja la temporada alta, pero lo que antes se agotaba en octubre o noviembre, hoy se está terminando en mayo o junio.

Se acelera la demanda de inmuebles por el dólar barato y el fin de ciclo

El mercado inmobiliario empieza a despertarse después de un largo letargo, alentado por la cuenta regresiva hacia el cambio de gobierno.

Diciembre podría ser el momento en el que se empiecen a levantar las trabas al dólar y así, se reactive finalmente la compraventa de casas y departamentos que lleva casi cuatro años congelada, desde que se estableció el cepo al dólar en noviembre de 2011.

Pero la ilusión de que habría un aumento de precios tras el “fin de ciclo” ya decide a posibles compradores a empezar a hacer consultas e intentar aprovechar inmuebles que al menos “parecen” más baratos, con el dólar subiendo mucho menos que el promedio general de los precios.

El cambio de tendencia es muy claro para Christian Brosens, gerente comercial de Zonaprop.com, uno de los portales líderes de compraventa de propiedades: “Según nuestros datos, por el lado de la oferta, la cantidad de inmuebles a la venta creció en marzo 3% en comparación con febrero pasado y 21% contra marzo de 2014. En cuanto a la demanda el salto es mayor, creció en marzo 35% contra febrero y 43% contra marzo del año pasado”, dijo respecto de la cantidad de consultas en la página.

Los datos acompañan lo que sucedió también con la cantidad de escrituraciones que publicó el Colegio de Escribanos de la Cuidad de Buenos Aires que difundió días atrás que el número de escrituras repuntó 23,6% en marzo en comparación con el mismo mes del año pasado.

Si bien marzo de 2014 fue un mes pésimo pues reflejó el impacto de la devaluación, el incremento está marcado por el efecto “esperando diciembre”. Para Brosens, los aumentos se deben a que “existen expectativas de liberación del cepo y se especula con modificaciones en el tipo de cambio, además de la estabilidad que se observa en los precios”. Nordelta marcó el termómetro de los compradores top: en la última venta volaron sesenta lotes por US$ 17 millones.

Oportunidad. Todo, mientras los precios no han cambiado mucho en el último año. Los últimos datos relevados por Reporte Inmobiliario señalan que el valor promedio en marzo de este año “es de US$ 1.623 por m2, muy similar a la registrada hace 12 meses, US$ 1.610 por m2. Si la comparación, en cambio se remonta a dos años atrás, “sí se ve una depreciación en los precios; en marzo del 2013 el valor m2 promedio ascendía a US$ 1.855 por m2, por lo que la depreciación en 24 meses fue del 12,51%”.

Para Diego Migliorisi, socio de Migliorisi Propiedades, la estabilidad de los precios de los inmuebles, es también una señal de buena salud del mercado: “Los precios están estables porque los propietarios no están endeudados y pueden esperar para vender. Hoy estamos por debajo de los valores de m2 de Montevideo y Lima y creo que los precios se van a mantener”.

Para Gustavo Weiss, ex presidente de la Cámara de la Construcción, el mercado inmobiliario repuntó, pero destacó que “el nivel de actividad sigue siendo bajo en términos históricos”. Según explicó, “las personas que buscan un inmueble como inversión siempre son más proclives a comprar unidades cuando hay atraso cambiario”.

En un año la variación del tipo de cambio fue del 11,7% mientras que el aumento de los costos de la construcción acompañó en líneas generales a la inflación, con un aumento de cerca del 30%.

Todo al 10-D. “Si bien los tres principales candidatos a presidente no han presentado un plan específico, se esperan menores restricciones en lo cambiario aunque también sería bueno contar con crédito de largo plazo”, se entusiasma Migliorisi.

En la misma línea, Leonardo Rodríguez Nader, CEO de Edfan Desarrollos resaltó que los inmuebles siguen siendo la herramienta de inversión de los sectores con ingresos medianos y chicos. “Hoy se convirtió en un mercado de oportunidad porque se espera que el precio del metro cuadrado aumente. Al tratarse de un mercado chico se contrae y se reactiva rápido”, subraya. En cuanto a los precios, para Weiss es difícil anticipar qué va a suceder después del 10 de diciembre, pero aventura: “Si una persona esperó para vender un departamento de US$ 200 mil, como ejemplo, no creo que vaya a ofrecerlo por debajo de esa suma el año que viene y es posible que en adelante una mayor demanda de unidades se vea compensada por la oferta contenida de los últimos años”

La construcción de nuevas unidades se mantuvo pese a la suba de costos que se observó en el último año en torno al 30% en pesos, según explica Gustavo Weiss, ex presidente de la Cámara de la Construcción, quien recuerda que con la excepción de algunos casos como las unidades de Puerto Madero, la mayoría de los insumos son locales. ¿Por qué? Porque por el mismo cepo al dólar que no se mueve la venta de usados, sí se mueve la construcción, ya que canaliza el ahorro en pesos que ya no va a divisas. “Hay un sector de individuos en condiciones de comprar en pesos edificios de nuevas viviendas y son ellos los que dinamizan el sector pese a la baja en esta actividad”, mientras que resaltó que del total de la actividad, el 70% pertenece al sector privado, que se reparte entre refacciones hogareñas de todo tipo, también las viviendas populares y las casas en los countries. El 30% restante corresponde a la obra pública: viviendas y ProCreAr.

Por Paola Quain DyN

Fuente: Fortunaweb.com.ar

lunes, 4 de mayo de 2015

La Costa ‘explota’ más allá de cómo le vaya a la economía

Por Federico Gonzalez Rouco* / Martin Grandes**

¿Es la “explosión de la costa atlántica y las sierras o el norte argentino” sinónimo de la buena salud de la economía argentina, o incluso de su expansión? En este artículo investigamos el comportamiento del sector turismo utilizando datos del Indec en el período 2004-2014, es decir, un período que abarca expansiones y contracciones de la economía y concluimos que la “explosión del turismo” no se explicaría por el buen pasar de la economía en distintos momentos del tiempo. Por el contrario, habría otros factores que ayudarían a entender este fenómeno al margen del ciclo económico.

Para comprender el fenómeno del turismo, en primer lugar se aprecia que tomando datos de las cuentas nacionales a precios 2004, el gasto en hotelería y restaurantes –que incluye no sólo gastos turísticos en temporadas o fines de semana largos, es del 2% del PBI. Aun considerando potenciales efectos multiplicadores de dichos gastos, es poco probable que la economía crezca o se contraiga como consecuencia de dicho gasto, o inclusive que el buen desempeño económico previo a las temporadas o fines de semana largo expliquen la performance de indicadores turísticos como la ocupación hotelera, el número de viajeros o la duración de cada viaje.

En segundo término, la tasa de ocupación hotelera parecería mostrar un alto grado de independencia de la suerte de la economía. Desde 2006 a la fecha, los primeros trimestres de cada año (aproximadamente 70% del turismo de cada año) han sido los de mayor porcentaje de ocupación hotelera en todo el país, excepto en la región norte donde los mayores niveles de ocupación hotelera se verifican en el tercer trimestre. Como se ve en la infografía, el porcentaje de plazas hoteleras ocupadas no ha presentado grandes variaciones en la última década. Es más, ese porcentaje fue menor en períodos de expansión económica. En el período analizado, el porcentaje de la oferta hotelera ocupada en el primer trimestre de cada año se mantuvo casi constante (con excepción de la región patagónica, donde cayó del 48% al 41%), a pesar de que la economía había experimentado ciclos de expansión interanuales del que superaban el 10%.

El hecho que se registre una menor tasa de ocupación hotelera con una expansión económica podría parecer contradictorio. Sin embargo, la tasa de ocupación hotelera mide cuántas plazas, de cada cien, están siendo demandadas en un momento del tiempo. A pesar de la expansión que ha experimentado el PBI en períodos como los primeros trimestres de 2008 y 2011, la demanda hotelera no ha acompañado el ritmo de expansión de la oferta hotelera, la cual se dio especialmente en el Norte y en el Litoral de la República. Mientras que la cantidad de plazas disponibles creció un 10% promedio anual entre 2007 y 2014, la cantidad de plazas ocupadas aumentó tan sólo 4% en idéntico período con un aumento del PBI de 30%.

En tercer lugar, se observa el mismo resultado contra-intuitivo en la relación entre la cantidad de viajeros y el desempeño económico. El número de viajeros presenta reducciones de 10% promedio en épocas de rápida expansión económica, como por ejemplo, el primero o segundo trimestre de 2013 o primero de 2013. A su vez, ha habido alzas del 10 a 15% en períodos de contracción económica, como los segundos trimestres de 2009 o 2012. La cantidad de viajeros se ha reducido, sin importar la época del año, en todas las regiones. Sin embargo, la región norte es la única que atrajo más turistas en 2014 comparado con 2004.

Otro indicador significativo es la duración de las estadías promedio en la temporada alta y fines de semana largos, que ha caído de 3,4 a 2,8 días en el promedio nacional. Esta duración también ha caído aunque no de igual forma en todas las regiones (la Costa cae de 6 a 4,8 días promedio) ni en distintas épocas del año. Tras períodos de auge económico, la duración promedio de las estadías parecería tener un comportamiento variable. Esto puede deberse a que, más allá de lo que la economía pudiera anticipar, los argentinos habríamos cambiado la forma en que viajamos. La mayor cantidad de feriados y fines de semana largos parecen haber impactado en la distribución de nuestras vacaciones. Este cambio cultural amortiguó la caída fuera de la época de temporada alta y permitió que regiones como Buenos Aires y Córdoba cedieran espacio ante el resto del país. Al igual que en otros indicadores, la región norte aparece como la de mejor desempeño en esta década.

¿Podemos, entonces, relacionar la actividad económica del país con el turismo interno? Si no es éste un factor determinante del turismo, ¿qué determinaría si los argentinos “explotan” la Costa y las sierras, o no? Si en diez años la capacidad hotelera disponible aumentó en mayor proporción que la demanda, el número promedio de viajeros cayó y la duración promedio descendió con independencia del ciclo económico pueden extraerse al menos tres conclusiones: 1) que como en otros países, viajar ya sería una costumbre “argentina”, es decir un fenómeno cultural; 2) que el turismo sería un “bien” inelástico al ingreso de los argentinos (esto es, en momentos de contracción económica el turismo no cae o incluso aumenta), y 3) que el turista promedio argentino ha redistribuido sus vacaciones entre la temporada de verano y los fines de semana largos, viajando menos días promedio incluso en los feriados puente, pero con mayor frecuencia.
*Universidad de Buenos Aires.**Conicet-Universidad de Buenos Aires.

El turista ‘finde largo’

Las ventas para los fines de semana largos muestran entre un 30% y 40% de aumento, con una mayoría de turismo interno, según los datos de las agencias de viaje que, no obstante, aclaran que cuando se trata de viajar por el país, los argentinos se vuelcan menos a los paquetes y prefieren definir individualmente las reservas y el transporte.
El Ministerio de Turismo calcula que, este fin de semana se movilizarán 776 mil turistas y gastarán unos US$ 1.400 millones, una estimación de la que los referentes del sector privado dudan, aunque reconocen que para el área el aumento de los feriados fue benévolo, según aseguraron en el último congreso de la Cámara Argentina de Turismo. En junio la Federación Argentina de Asociaciones de Empresas de Viajes y Turismo (Faevyt), organizará un “travel sale”, con tres días de descuentos.

Nota publicada en la edición del diario Perfil Nº988