
Ambas partes, turistas y propietarios, se ven envueltos en
una disyuntiva que va a marcar a esta temporada como nunca antes.
La incertidumbre es tal, que los propietarios no saben si
arriesgarse a poner sus propiedades en alquiler y los inquilinos tampoco saben
si alquilar o no. A medida que se acerca el verano, ambos, se van animando un
poco más pero muy tímidamente.
Así las cosas, nos encontramos con una oferta de inmuebles un
50% menor a lo habitual y, en contraposición, la demanda se ubica en un 40%
también inferior.
El escenario es el siguiente: lo más buscado y con mayor
nivel de reserva son las CASAS y CHALET´S por encima de los departamentos en
una relación de 3 a 1. Esto implica que poco más del 60% de lo ya alquilado, son
propiedades grandes y con parque y, de ser posible, con pileta. Éstas últimas
son muy pocas, lo que hizo que su valor se eleve considerablemente.
Continúa mayormente complicado el alquiler de los
departamentos.
Al día de hoy, los precios están bajando, se están
ajustando. El promedio de aumento bajó al 35%. Hace unas semanas estaba casi en
el 40%.
Es notorio cómo se han incrementado las consultas dada la
proximidad del verano, pero sigue todo muy por debajo de los niveles de
temporadas normales.