Cuarto Informe – Situación actual y recomendaciones para la temporada 2025/26 en Miramar
El mercado de alquileres temporarios en Miramar atraviesa una dinámica particular en este cierre de año. Si bien se observa una leve mejora en la cantidad de turistas interesados en alquilar, ese aumento no se traduce en reservas efectivas. En consecuencia, hay movimiento, pero pocos alquileres concretados. Esta falta de conversión está derivando en una baja general de precios, que oscila entre el 15% y el 20% en dólares respecto de los valores publicados en octubre, e incluso en muchos casos por debajo de los montos obtenidos en la temporada pasada.
Si bien algunos valores continúan ubicándose dentro de lo
que podría considerarse razonable, lo cierto es que el mercado no los está
convalidando. Hoy el turista, frente a un contexto de menor poder adquisitivo y
mayor oferta disponible, elige en primer lugar por precio. Solo una vez
superado ese filtro inicial comienza a considerar la ubicación, los servicios
ofrecidos, el estado general del inmueble y las comodidades.
Este comportamiento explica que muchos propietarios estén
apelando en estas semanas a ajustes a la baja, tratando de alinearse con un
mercado que se volvió mucho más sensible a la relación entre precio y calidad.
Esa relación, para esta temporada, debe ser lo más exacta posible: inmuebles
con precios por encima del promedio, sin mejoras o sin un diferencial claro,
corren riesgo de quedar fuera de consideración.
A esta situación se suma un factor externo que también condiciona la captación de turistas: el estado general de la ciudad. En un escenario de fuerte competencia entre los destinos de la Costa Atlántica, donde cada localidad busca mostrarse más atractiva y organizada para ganar visitantes, Miramar llega a la temporada con diversos frentes pendientes —mantenimiento urbano, obras inconclusas y servicios que aún no alcanzan niveles óptimos— que influyen en la percepción del turista al momento de decidir dónde veranear. En un mercado tan sensible y comparativo, estos aspectos no son menores y terminan impactando en el volumen de consultas y reservas.
¿Qué medidas pueden tomar los propietarios?
Dado el escenario actual, se recomienda analizar nuevamente
el valor publicado y compararlo con:
- Los
promedios actualizados del mercado para el mismo segmento.
- Los
valores efectivos de reserva (no solo los publicados).
- La
demanda real recibida (consultas, mensajes, clics, etc.).
Si el inmueble no está recibiendo consultas, lo más probable
es que el precio esté por encima del nivel que hoy el turista está dispuesto a
pagar.
En este contexto, pequeñas reducciones pueden tener un
impacto significativo. Para muchos propietarios, bajar entre 10% y 15% ha sido
suficiente para volver a generar movimiento y consultas.
Si el precio ya está alineado con el mercado, el diferencial
debe aparecer en otros aspectos:
- Fotos
actualizadas, luminosas y de buena calidad.
- Descripciones
claras, profesionales y con información completa.
- Detalles
que suman: Wi-Fi de buena velocidad, Smart TV, equipamiento moderno,
colchones en buen estado, ventiladores/aires de refuerzo, limpieza
garantizada.
En un mercado más competitivo, la presentación determina si
un turista sigue mirando o descarta de inmediato.
Opciones que hoy generan más consultas:
- Aceptar
estadías de 5 a 7 noches.
- Facilitar
check-in/check-out más flexibles.
- Ofrecer
descuentos por estadías prolongadas o reservas anticipadas.
La temporada 2025/26 se presenta con un mercado más selectivo y un turista que toma decisiones priorizando el precio por encima de cualquier otro factor. En este entorno, la capacidad de adaptación será clave.
Los propietarios que ajusten sus valores a tiempo y cuiden la presentación de
sus inmuebles tendrán mayor probabilidad de concretar reservas.
Para la temporada 2025/26, la demanda continúa siendo sensible al costo total del viaje y prioriza opciones más económicas o regionales. En un escenario marcado por el creciente valor de los gastos fijos, los turistas comparan cuidadosamente cada propuesta y optan por alternativas cuya relación precio-calidad sea adecuada.
Además, la competencia creciente de la oferta de alquileres temporarios — cada
vez más diversificada y numerosa — genera una presión adicional sobre los
precios y las expectativas de reserva. Por ello, no sólo el precio sino también
la presentación del inmueble y la calidad percibida resultan factores clave
para mantenerse visibles y captar la demanda.
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